PEREIRA, Colombia. Ago. 17, 2011.- Fueron cinco minutos insufribles, pesados y determinantes, mortales. Por primera vez en el Mundial Sub 20, México se descompuso y Brasil, en un tris, le apeó del sueño.
A los 79 y a los 84 minutos, Henrique apareció como fantasma en el área mexicana luego de arribos de Negueba y Dudu por la banda derecha, y primero de cabeza y luego con un tiro raso, en jugadas calcadas, sentenció el partido.
Y es que la defensa ya no pudo sostener el débil trabajo ofensivo del equipo.
Por extraño que parezca el conjunto se quebró en su punto más fuerte, luego de que Erick Torres, que falló tres chances de gol, Ulises Dávila y Edson Rivera no pudieran meter ninguna de las que tuvieron para mandar al Tri a disputar el partido por el tercer lugar contra Francia.
El balón fue la mayor parte del partido de los brasileños, pero bien parado atrás el Tri nulificó sus arribos 79 minutos, por lo mismo sus ataques terminaron sistemáticamente en tiros de media distancia de Oscar y Casemiro, en al menos cinco veces, y en un par de ellos José Rodríguez debió aplicarse a fondo.
México, sobre todo en la primera mitad, atacó con ráfagas de futbol a través de Ulises Dávila, Erick Torres y Carlos Orrantia, y paradójicamente tuvieron más chances de anotar que los brasileños.
Torres, Ibáñez y Dávila pudieron abrir el marcador, incluso "El Cubo" anidó el balón en las redes a los 44 minutos, pero estaba en fuera de lugar.
Ya en la segunda mitad, Piñón y Rivera se fabricaron un par de chances más, en especial la de Rivera que fue muy clara al quedar solo frente al arquero Gabriel, pero su disparo salió a las manos del arquero.
Dávila y Piñon tuvieron un par más, y Brasil parecía controlado y con un fondo físico limitado, pero desde la banca Ney Franco ingresó a Dudu y Negueba y le cambió el rostro a su equipo primero, y después la historia del encuentro en sólo cinco minutos.
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